Esparza, Puntarenas
Jóvenes colisionan contra cisterna por abusar del alcohol
Los hechos se originaron a las 5:30 de la mañana, cuando los primeros rayos de sol comenzaban a acariciar las verdes montañas de Esparza y los automóviles que transportaban a los turistas emprendían el viaje de regreso a la meseta central.
A lo lejos un cisterna cargado de leche se aproximaba sin pensar que la imprudencia de unos jóvenes provocaría un accidente, donde su conductor, identificado como Diego Rojas Méndez, de 24 años, resultaría gravemente herido y a la postre acabaría con la pacífica mañana porteña.
Un fuerte estruendo ahogó el canto del gallo y al mismo tiempo dio el aviso a los vecinos de que el día había iniciado con un hermoso automóvil blanco hecho pedazos y un camión al fondo de la calzada a punto de volcarse.
Unidades de la Cruz Roja, del cuerpo de Bomberos, de la Fuerza Pública y la Policía de Tránsito se hicieron cargo de la escena, donde durante varios minutos trabajaron para que las cosas volvieran a su normalidad.
Tres de los ocupantes salieron por sus propios medios del BMW, pero el conductor permanecía prensado de piernas a la estructura del vehículo, por lo cual, para lograr liberarlo se requirió echar mano de todo el equipo hidráulico disponible.
El cruzrojista Cristian León destacó que el paciente presentaba un trauma en la oreja derecha, uno más en la pierna izquierda con posible fractura de fémur, por lo cual fue trasladado en condición delicada al hospital Monseñor Sanabria en el Roble de Puntarenas.
Un segundo paciente también fue llevado a dicho centro médico en condición estable, se trató de David Jiménez quien sufrió algunos golpes de consideración producto del impacto. El resto de pasajeros, así como el conductor del cisterna, José Gerardo Castillo Mora, resultaron ilesos.
Las autoridades indicaron que un falso adelantamiento pudo ser el ingrediente perfecto para que ocurriera esta colisión, aunque la investigación apenas comenzaba.
La alcoholemia practicada al conductor del BMW, resultó positiva con 0,65 grados de alcohol en la sangre, cuando lo permitido es de 0,49, por lo cual manejaban en estado de preebriedad, según explicó la oficina de tránsito en Esparza.
Los ocupantes del automóvil son vecinos de la provincia de Heredia y se dirigían a sus viviendas cuando los alcanzó la desgracia. Por ahora se recuperan de su amarga experiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario